Después que no digan que no se puede viajar a Chile sin dinero. Tan solo hay que imaginar que se tiene un novio chileno. Le llamarían por allí pololo. Diarían cosas como <<cuanto te amo ,pololo mío>>.
Han pasado años desde ese relato en el que explicaba que me parecía entrañable tener un pololo. Sin embargo, nos da más respeto la palabra novio o novia. La novia suena a compromiso, a formalidad y responsabilidad. Alguno le sonará a cárcel más bien.
Esta anécdota me da que pensar. Quizá con el paso de los años por aquí, por internet, aprenderemos a comprender todos los acentos del mundo. La mezcla de culturas y de lenguajes ha sido siempre genera con el léxico. Estaría bien que por una vez nos acerquemos los españoles, al menos, de una forma menos oficial, a un espacio que comparte mucho más que el idioma.
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